¿Los Amigos y la Familia quieren que Triunfes en tu meta de Bajar de Peso?
Mmmmm....lo dudo.
Ya pasé por una experiencia similar cuando decidí dejar de fumar después de 25 años de adicción. Mis amigos, en palabras, me decían que deseaban que pueda lograrlo, pero en los hechos, siempre caía en la trampa que me tendían. "Dale, el último, el de la despedida". Y ahí quedaba nuevamente enganchado.
Pasó un buen tiempo, hasta que pude desarrollar sistemas que me preserven, porque con voluntad no podía.
La voluntad flaquea y se relaja cuando le hacen cosquillas en los ambientes sociales, entre tragos, charlas triviales, café y comida.
Ahora estoy viviendo algo parecido a partir de haber anunciado mi resolución de bajar 25 kilos.
Permanentemente estoy siendo sondeado para ver si acepto comidas y bebidas, con comentarios tales como "tomate un permitido", "un poquito no te va hacer nada" y hasta "no seas amargo, estás en una fiesta o de vacaciones".
No es que sean malos, no quieren que cambies, te quieren así. Creo que sucede mucha gente teme a los cambios de otras personas por dos razones fundamentales;
Una de ella es que quieren que seas como siempre. Los cambios traen justamente algo de crisis. Quieren que permanezcas en el rol que siempre ocupaste en tus círculos (el fumador, el gordito, el relajado etc).
La otra razón es que quedan en evidencia. Seguramente han intentado y no lo lograron. Si uno logra alcanzar su meta, deja de ser algo imposible, y pasa a ser algo que ellos no lograron. O sea, una especie de fracaso.
Entonces, los consejos y hábitos del entorno, para emprender dejar un vicio, o bajar de peso, probablemente no sean los mejores o los que nos convienen. La intención es al menos dudosa.
Lamentablemente, en este entorno no conveniente, suele incluirse a las propias parejas y a las propias madres que siempre te quieren ver "gordito y sanito".
También estarán listos, en el caso de que fracases en tu intento, a darte predicaciones sobre como deberías haberlo hecho o hacer juicios acusatorios que no te suman nada.
Entonces te cuento cómo hice para sortear estos grandes obstáculos.
Principalmente inicié mi proceso con una coach. No es nutricionista, no es preparadora física. Es una profesional que acompaña y hace observaciones de mi plan. Sin juicios ni consejos.
Tengo mi plan nutricional y tengo mi rutina de ejercicios, pero el ejecutarlos ya no depende de mi voluntad ni mi entusiasmo, porque trabajamos en el proceso de coaching desde la mentalidad, en fortalecer la conciencia.
Y mi coach está 100% comprometida con mi meta, estoy seguro que quiere que me vaya bien porque no tiene otro interés más que el éxito del proceso.
Así estoy llevando a mi ritmo, feliz, sin ansiedades y disfrutando la ejecución de mi plan.
Más adelante te voy a contar cómo juega la rendición de cuentas en esta experiencia, que voy aprendiendo para poder aplicar, obtener los resultados que deseo y ayudar a otros.
Un abrazo. Hasta la próxima!
Ahora estoy viviendo algo parecido a partir de haber anunciado mi resolución de bajar 25 kilos.
Permanentemente estoy siendo sondeado para ver si acepto comidas y bebidas, con comentarios tales como "tomate un permitido", "un poquito no te va hacer nada" y hasta "no seas amargo, estás en una fiesta o de vacaciones".
No es que sean malos, no quieren que cambies, te quieren así. Creo que sucede mucha gente teme a los cambios de otras personas por dos razones fundamentales;
Una de ella es que quieren que seas como siempre. Los cambios traen justamente algo de crisis. Quieren que permanezcas en el rol que siempre ocupaste en tus círculos (el fumador, el gordito, el relajado etc).
La otra razón es que quedan en evidencia. Seguramente han intentado y no lo lograron. Si uno logra alcanzar su meta, deja de ser algo imposible, y pasa a ser algo que ellos no lograron. O sea, una especie de fracaso.
Entonces, los consejos y hábitos del entorno, para emprender dejar un vicio, o bajar de peso, probablemente no sean los mejores o los que nos convienen. La intención es al menos dudosa.
Lamentablemente, en este entorno no conveniente, suele incluirse a las propias parejas y a las propias madres que siempre te quieren ver "gordito y sanito".
También estarán listos, en el caso de que fracases en tu intento, a darte predicaciones sobre como deberías haberlo hecho o hacer juicios acusatorios que no te suman nada.
Entonces te cuento cómo hice para sortear estos grandes obstáculos.
Principalmente inicié mi proceso con una coach. No es nutricionista, no es preparadora física. Es una profesional que acompaña y hace observaciones de mi plan. Sin juicios ni consejos.
Tengo mi plan nutricional y tengo mi rutina de ejercicios, pero el ejecutarlos ya no depende de mi voluntad ni mi entusiasmo, porque trabajamos en el proceso de coaching desde la mentalidad, en fortalecer la conciencia.
Y mi coach está 100% comprometida con mi meta, estoy seguro que quiere que me vaya bien porque no tiene otro interés más que el éxito del proceso.
Así estoy llevando a mi ritmo, feliz, sin ansiedades y disfrutando la ejecución de mi plan.
Más adelante te voy a contar cómo juega la rendición de cuentas en esta experiencia, que voy aprendiendo para poder aplicar, obtener los resultados que deseo y ayudar a otros.
Un abrazo. Hasta la próxima!

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