Puede llegar a suceder que una minoría dentro de algún equipo, rechace los valores y misión de la organización. Puede ocurrir también que se termine contaminando al resto. Un buen líder persiste y se pone cerca de ellos, demostrando primero con el ejemplo y los propios resultados, como modelo, sin combate ni disputas, escuchando principalmente las razones que causan negatividad. A veces no se puede evitar una división. Se trabaja con personas y cada una tiene sus particularidades, ideas y propias "gafas" con las que ve el funcionamiento del mundo. Estemos seguros de que cada uno hace lo mejor que puede con lo que cree que tiene. Algunos sólo creen que tienen para defenderse de lo que temen. A esos hay que ayudarlos, no amenazarlos. Siempre habrá puntos de coincidencia. Desde allí hay que construir puentes y todo lo demás. Cuando más sólido el vínculo habrá menos murallas. Es bueno poner la mirada en cada individuo, y aún mejor, escucharlo y permitir que s...